Examinamos y localizamos la causa del dolor. (Incluso pueden haber varias causas de dolor simultáneas)
Corrección de cada una de las causas del dolor (puede ser ajuste de hormonas, de metabolismo, de posturas, sistema inmunológico, nutrición celular, etc.).
Logrado el objetivo de eliminar el dolor, se inicia el plan de mantenimiento (nutrición, entrenamiento físico, buenos hábitos), para evitar que regrese el dolor y mejore tu calidad de vida.
Articulación enferma. Por aumento del desgaste, disminución de reparación, o ambas.
Los síntomas más frecuentes son dolor, limitación del movimiento e inflamación.
Con frecuencia se desarrollan con lentitud y empeoran con el tiempo:
🔸 Pérdida de masa muscular (sarcopenia, disminuye la reparación).
🔸 Sobrepeso o sobre uso (desgaste incrementado).
🔸 Traumatismos a la articulación (daño del cartílago, desgaste aumentado).
🔸 Enfermedades inmunes o Metabólicas (Artritis reumatoide, Diabetes, ácido úrico, etc., desgaste aumentado ).
🔸 Cirugía previa de menisco (desgaste ingrementado).
🔸 Piernas con alineación alterada (desgaste incrementado).
🔸 Herencia familiar (Genético, disminuye la reparación).
🔸 Edad: el riesgo de sufrir artrosis aumenta con la edad (disminuye la reparación).
🔸 Sexo: Las mujeres tienen más riesgo de sufrir artrosis (disminuye la reparación).
La Rx es puede confirmar el diagnóstico en la mayoría de las veces. Puede ser necesaria una Resonancia Magnética en casos dudosos, para excluir otras patologías, o proporciona información valiosa en casos complejos.
Los exámenes de sangre no diagnostican directamente la artrosis, pero pueden identificar enfermedades que ocasionan artrosis. El líquido sinovial también puede ser analizado en casos especiales durante el diagnóstico del dolor articular.